sobre estar parado y desempleado.

A lo largo de los diferentes años que he trabajado como orientadora con personas desempleadas he podido estar segura de pocas cosas, pero lo más importante es , que con respecto al desempleo nunca es bueno estar parado. La situación de no estar trabajando en una actividad remunerada es razón suficiente para ponerse en acción y comenzar a moverse para conseguir un trabajo por el que te paguen.  Trabajar y cobrar por ello es esencial para la supervivencia de las personas o de sus familias ( al menos en su gran mayoría).

El desempleo es el momento adecuado para muchas actividades que mejoraran nuestra empleabilidad ( la capacidad de acceder y mantenerse en un empleo remunerado) tienes tiempo para formarte, para trabajar tus redes de contacto, para organizar busquedas etc...Tienes tiempo para dedicarte a ti mismo, a mejorarte y a completar cosas que están inacabadas. etc..

Debo reconocer que para casi todo necesitas dinero. El bucle peligroso del desempleo es la falta de recursos económicos que no nos permite muchas de las acciones que son necesarias para buscar activamente empleo ( Cursos, transporte, socializar, etc..) pero por ello la labor y el apoyo de un/a orientadora es importante como elemento que te permitirá conocer los recursos gratuitos a los que se puede acceder.

Buscar trabajo es una actividad ardua, cansada, muy frustante y puede ser, casi siempre, más larga de lo que nos podemos permitir. Pero así mismo podemos definir la vida y los problemas que nos encontramos en ella.  

 

No puedo dejar de pensar en una persona que atendí,más que "orientar", que me explicaba como salía cada noche a vender flores en el ambiente de la noche de la ciudad. Y me explicaba que la policia le quító la flores y el me explicaba que lo que sacaba cada día era para comprar la comida del día siguiente ( a veces 6 €, otras 10 o 12 €). Un hombre padre de familia que había tenido un restaurante propio, vehículos y personas a su cargo. La policia no podía comprender que al quitarle las flores a ese hombre le estaba quitando la comida del día siguiente.

Pero este hombre tenía planes, tenía objetivos de inserción, tenía contactos que le ofrecían un trabajo si conseguía sacarse el permiso de conducir de camión con mercancias peligrosas. Todavía pienso en él, mientras llega el momento del seguimiento. Una persona en el limite de la economía, por debajo del breadline (la línea del pan, esas personas que no tienen aseguradas el poder disponer de la comida  necesaria para el día)  que tiene muy claro el camino es siempre hacia adelante, luchar cada día y buscar cada día una oportunidad más que lo acerque al empleo.